Rocío, El Golpe en la Cabeza de la máxima audiencia

Interrumpimos nuestros habituales artículos sobre marketing y analítica digital. Volveremos a ellos, pero hemos querido hacer una pausa para hablar de LA VERDAD. Concretamente de Rocío, contar la verdad para seguir viva.

El Golpe en la Cabeza que la serie de Rocío me dió

Lucía Lijtmaer dice que las feministas lo son por nacimiento o porque se dan El Golpe en la Cabeza. Un Golpe en la Cabeza, tras el cual ya no pueden volver a ver las cosas como antes.

Este documental no me ha servido para encontrar mis gafas de color violeta. Me ha servido para cambiar mis gafas de pasta por unas de una pasta más inclusiva.

No os voy a engañar, como todo lo relacionado con el feminismo esta aventura empezó como por arte de brujería. La culpa es de mis amigas de Bilbao (a las que desde aquí mando un abrazo con todo el afecto que las vascas pueden recibir). Ellas me ofrecieron y yo accedí a ver el primer capítulo de esta serie documental “Rocío, contar la verdad para seguir viva”. Mi plan era afilarme la ironía en  el grupo de whatsapp de “el akelarre” y pasar el rato. No me lo iba a tomar en serio porque “es corazón”, “yo no veo la tele”, “Telecinco, poco más que añadir”. Y para mi sorpresa presencié lo que era el primer episodio del contenido más potencialmente feminista que podía imaginar para todos los públicos (que Simone me perdone). Amigas, recibí El Golpe en la Cabeza.

¿Podía la tele (y cuando digo la tele quiero decir Telecinco, que sí, que a todas nos dan ganas de tirar [de] esa cadena) hacer un programa que educara en el feminismo a la audiencia? ¿Podía ese contenido dar el Golpe en la Cabeza de la máxima audiencia?

La historia de las historias de lo privado

Hay a quien “le tira para atrás” ver el documental de Rocío porque es una mujer famosa por ser hija de una cantante famosa. Porque es una mujer que ha ganado dinero vendiendo su intimidad.

Efectivamente, este es un producto audiovisual “de la prensa rosa” que tiene un valor en el mercado. La productora-horticultora-generadora de un testimonio sobre su vida privada, Rocío Carrasco, percibe un dinero a cambio de su producto (para sorpresa de nadie). Entiendo que la empresa privada, La Fábrica de la Tele, le habrá pagado un poco menos de lo que vale lo que vende. Como a todas.

Y yo pregunto, ¿no nos gusta este formato porque no nos gusta que los famosos vendan su vida o… ocultamos cierta animadversión a los consumidores de contenidos “del corazón”? Porque claro, este tipo de contenidos se pueden consumir con “media neurona”. Que te guste esto te convierte en cateta, en pueblo, en ignorante, en cutre, en choni, en clase baja…y lo peor de todo, te convierte en MUJER. Porque no nos engañemos, las revistas del corazón, los programas de cotilleo los vemos sobretodo nosotras. 

¡Venga! ¡Admítelo! las revistas “Lecturas”, “Hola!”, “10 minutos” y los programas como “A tu lado”, “Sálvame”, “Sabor a ti” se dirigen a mujeres y nuestras gafas de pasta nos impiden que nos gusten porque no hablan de las cosas importantes como a saber: economía, política internacional, fútbol. Porque claro, hablar de sentimientos NO ES IMPORTANTE, hablar de cómo vivimos las relaciones afectivas NO ES IMPORTANTE, hablar de cómo es una buena madre NO ES IMPORTANTE, hablar de cómo debería ser la relación intrafamiliar de una pareja separada NO ES IMPORTANTE, hablar de cómo aceptar una ruptura NO ES IMPORTANTE. Por eso las consultas de salud mental están llenas de personas atormentadas por la llegada del Brexit. Si, va a ser eso, que la gente colapsa y debuta con ansiedad por la evolución del bitcoin. Nos pasa a todos tarde o temprano llegamos a un punto en el que nos damos cuenta de cómo van a afectar al mercado internacional las economías emergentes y nos rompemos por dentro (esta ironía se la tomamos prestada a Brigitte Vasallo).

Claro, los hombres (blancos) con capital económico y cultural nos han dicho que las cosas racionales son las que de verdad importan y mueven el mundo. Las mujeres somos esclavas de nuestro corazón. Hablar de sentimientos o compartir intimidad son cosas de chicas, y tenemos que negar tener interés en este campo para ponernos las gafas de pasta. Tenemos que ser listas y hablar de las cosas que importan y leer peñazos para citar a Foucault y ganar debates intelectuales elevados (que Foucault me perdone). Ignoremos que esos hombres nos llevan años de ventaja estudiando estos temas y nosotras años de ventaja cotilleando mientras lavamos la ropa en el río.

Dolor y gloria. Almodóvar (2019)

Pero los cotilleos nos gustan a todas y todos, es más, puede que este interés por la vida ajena sea una de las causas de la evolución del Homo Sapiens como especie. Su capacidad de comunicarse de manera altamente compleja (a la que debemos petarlo como especie) pudo ser promovida por unas irrefrenables ganas de cotillear. Pero dejemos que nos cuente esta historia de la historia de la humanidad un hombre, que para eso tienen experiencia.

Sapiens. De animales a dioses. Yuval Noah Harari

El cotilleo pertenece a la humanidad y las feministas de gafapasta lo tenemos que reivindicar. Lo personal es político. Que luego vienen los aplausos ante la idea de “no cruzarte con tu ex” y nos pillan con el pie cambiado. Y está TAN MAL ese concepto, que no sabemos ni por dónde empezar.

Salvadas por Telecinco

La serie documental de Rocío tiene un efecto positivo en la sociedad porque a través de un testimonio privado, que tiene interés para UNA GRAN PARTE DEL PÚBLICO, se han conseguido abrir melones como: luz de gas, violencia vicaria, maltrato psicológico, violencia económica que no se suelen ofrecer y que no suele consumir ese PÚBLICO MASIVO…

¿Podría un documental de La Dos a través de datos objetivos y con fuentes acreditadas haber causado tanto impacto? NO. Yo lo vería extasiada. Conmigo lo verían otras culturetas de palo (y culturetas de verdad) que no somos representativas de la muestra a la que el feminismo quiere salvar. Nadie abriría los ojos. Nada cambiaría bajo el Sol.

Este documental viene a cumplir un (positivo) pronóstico que hizo Miguel Roig sobre la evolución de la hiperrealidad de Sálvame.

Miguel Roig en “Belen Esteban y la fábrica de porcelana”

Ana Orantes, contó la verdad

Me da mucho miedo frivolizar al nombrar a una mujer asesinada por el machismo en el mismo artículo que nombro a Rocío Carrasco. Porque de lo que yo quiero hablar es de cómo el documental de Rocío puede ayudar a construir una ficción más sana sobre lo que es “una buena madre” y cómo la televisión es un escenario donde moldear las ficciones que regulan nuestras relaciones sociales en esa dirección. Una dirección sana, positiva, feminista. Una dirección en la que las personas puedan vivir libres de violencia. Pero no podemos pasar por alto que la sociedad española recibió su primer Golpe en la Cabeza gracias al relato de Ana Orantes. Fue entonces cuando este país ya no pudo mirar a otro lado ante la violencia machista que sufrían sus mujeres a manos de sus parejas o exparejas.

“Hola, buenas tardes. Ana Orantes en ejercicio de su libertad nos visitó. Vino hace justo hoy 15 días. Justo a esa hora ya estaba ahí con nosotros este 4 de diciembre de 1997. Ella vino y ella vino para pedir ayuda. Llevaba 40 años aguantando malos tratos físicos y psíquicos. Ella y sus hijas, ella y sus hijos. Puso muchas denuncias, no surtieron efecto, no sabemos por qué. Seguro que fue a pedir ayuda a muchísimos sitios antes. Y un día llamó al contestador automático y dijo que quería venir a contar su testimonio, a compartir con nosotros su historia de vida. Una vida que se acabó, que finalizó ayer alrededor de las 2 del mediodía. Ella pidió ayuda pero mala suerte no sabemos qué ha fallado, quien ha fallado, quienes han fallado, quienes hemos fallado. La sociedad ha fallado, hay una violencia tremenda, violencia en todos sitios. A Ana le hemos fallado, ella ayer murió. Su marido la mató. Ella es Ana Orantes”. Irma Soriano

Ana Orantes es una mujer que cambió la historia de las mujeres en España. Y no la cambió por ser víctima. Su mérito no es que un hombre le quitara la vida. Su gran obra es que decidió darnos su relato, contar en la televisión su vida profundamente desafortunada. Su gran acción es que en la absoluta desesperación ante una violencia a la que ella no podía poner fin (porque ella no era el origen) y que amenazaba con acabar con ella, eligió que la viéramos y la escucháramos. Porque murió a manos de un hombre violento pero de espaldas a una sociedad pasiva. Sociedad que después de verla por la televisión ya no pudo (mediáticamente) dar la espalda a ninguna más. Porque ella decidió representarse a sí misma en este programa, y no nos dejó que la viéramos como un número cuando como sospechaba, la mató su exmarido. Ana Orantes es una mujer que cambió nuestra historia porque fue una mujer abrumadoramente fuerte, valiente y generosa.

Este acontecimiento televisivo horrorizó tanto a la sociedad española, que cambió para bien (la misma que no muchos años atrás se reía con una parodia de Martes y Trece de una mujer maltratada). Este programa, nos dió el Golpe en la Cabeza de que las víctimas de violencia machista necesitan un entorno que las socorra. El entorno siempre somos todas y todos, que no ejercemos, ni recibimos la violencia que nos contiene. Pero que estamos ahí para aislar a los violentos y rodear a las víctimas.

Rocío, contar la verdad para seguir viva

Por fin llega la parte en la que hablaremos propiamente del programa. Resulta que todo lo que quería decir sobre la serie, lo encontré en un libro mejor explicado.

“En la sociedad del espectáculo el símbolo es más real que el objeto, y este queda, si acaso, como premio de consolación. La imagen no es realidad aumentada, sino que la realidad es imagen disminuida.

En este contexto de reproducción de realidad, o incluso de producción de realidad para su reproducción espectacular (esas cosas que hacemos únicamente para poder mostrarlas, para narrarlas a posteriori o para trasladarlas a las redes sociales), la inscripción icónica de la frase “lo que no se nombra no existe” adquiere dimensiones inquietantes. Porque la visibilidad que surgía como proceso emancipador, como ocupación del espacio social, queda inscrita en este marco (novedoso) que afirma que, si nadie te mira, no eres nadie. Ese contexto novedoso en el que surge la nueva servitud de la comparecencia.

El espectáculo – nos dice Debord – no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizadas por imágenes”.

“Lenguaje inclusiovo y exclusión de clase”. Brigitte Vasallo

Separar al autor de la obra

Hablemos propiamente del programa de televisión “Rocío, contar la verdad para seguir viva”. Me gustaría que hiciéramos el ejercicio de “separar al autor de la obra”. En este caso las autoras de la obra. Entonces separemos a la productora de La Fábrica de la Tele y Rocío Carrasco Modehano de la obra. Luego si queréis hacemos el ejercicio de unirlas.

La serie documental de Rocío me interesa porque ha servido para sacar del armario ciertas violencias que sufren las mujeres en tanto que mujeres. Lo que no se nombra no existe. Entonces, que se nombre “luz de gas”, “violencia vicaria”, “violencia psicológica”, “violencia económica”, “violencia mediática” y se explique de forma rigurosa lo que son y cómo se producen ante una gran audiencia es algo que posibilita su extinción. Este programa ha educado a la audiencia para identificar esas violencias. ¿Cómo va una mujer a denunciar cierta violencia que sufre si no es consciente de que la está sufriendo? ¿Cómo va una sociedad a señalar ciertas violencias que no conoce? Todas ignoramos lo que no conocemos. Esta es una victoria en el MUNDO SIMBÓLICO.

Dicen que hasta los relojes estropeados dan la hora correcta dos veces al día. Si Telecinco hace, aunque sea de manera puntual, un programa que responde al interés general yo lo aplaudo. Para una cosa que hacen bien, hagámoselo saber con la misma energía que denunciamos lo que han hecho y hacen mal.

Venga, ahora hagamos el ejercicio de unir a las autoras con su obra. ¿A quién le importa que se “hayan montado en el dólar” con este contenido productora mediática (Telecinco) y productora del relato íntimo (Rocío)? A MI NO ¿Quién perdona a Telecinco por toda la violencia simbólica que genera y ha generado contra las mujeres? YO NO. Si Telecinco quiere mi absolución tendrá que hacer tanto bien y durante tanto tiempo que el bien eclipse al mal que ha hecho. Yo no perdono, sólo Dios puede, pero para ser otra cosa hay que demostrar que se ha cambiado. Fin del ejercicio.

La verdad de Rocío y lo real de Rocío

“Tenemos, así, dos categorías resignificadas por la idiosincrasia de los tiempos: lo real, que es la cosa, y la verdad, que es el signo de la cosa, la narración”.

Lenguaje inclusiovo y exclusión de clase. Brigitte Vasallo

Esto es como muy sesudo, pero si lo aplicamos a la práctica igual se entiende mejor lo que es la verdad de la cosa y lo real de la cosa.

LA VERDAD DE ROCÍO

 

LO REAL DE ROCÍO

Esta es una victoria en el MUNDO REAL.

Hay que tener una cara y/o un corazón de acero y/o un cuñado en el cerebro para no aplaudir que tantas víctimas de violencia machista den el paso de llamar y pedir ayuda. Sea cual sea el formato, cadena o personaje que les diera El Golpe en la Cabeza. Un aplauso (sin “peros” en la lengua) a esta docuserie a sus seguidoras y a sus autoras.

Si no lo quieres ver y eres un negacionista pues… eres una causa perdida.

Pero si, estando en mi trinchera, no lo ves porque eres incapaz de quitarte las gafas de pasta para ver estas dos incuestionables victorias del feminismo, amiga, date cuenta, estás perdida en la causa….

 

Agradecimientos

Mila esker Nuria, Aza, Aini por compartir esta y otras movidas (nazis, quidicir, feminazis) conmigo. Ensancháis mi pequeño cerebro de mujer.

Textos:

Docuserie:

 

 

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Irene Santos Escrito por:

Analista feliz. En ocasiones veo datalayers en Rastreator.com. Creo contenido sin ninguna pretensión más allá que seguir aprendiendo. Tengo a Segovia en el corazón y a Madrid en la cabeza

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