Miguel Ángel entre lo divino y lo humano
Estando delante de La Piedad de Miguel Ángel en el Vaticano a UNA le cuesta mantener la creencia de que nada es perfecto. Yo antes de ir a Roma, pensaba que teníamos la capacidad de imaginar la perfección pero no de alcanzarla. Que algo perfecto sólo podría haber sido creado por una divinidad. Si después de ver la estatua te comes un buen plato de pasta entenderás sin duda que Dios existe y está en la comida y la ironía. Y sí, desde Roma puedes humanamente acercarte a Dios. Pero no desde el Vaticano, desde su comida.
Supongo que la idea de que algo es perfecto está asociada a que algo está completo, terminado, sin ninguna falla y no necesita modificarse. Entonces, las que trabajamos con datos ¿podemos crear una obra perfecta? Porque parece que cada entrega finalizada es simplemente el principio de la siguiente. Parece que haya personas que nunca van a saber tomar una decisión con los datos dados porque el dato que realmente necesitan para tomar esa decisión es un dato que no se ha creado. Parece que haya personas que crean que el resultado de un análisis de datos será una respuesta con un sí o un no a una serie de preguntas, como si la verdad verdadera existiera. Parece que [inserta aquí tu propio trauma basado en datos]
Miguel Ángel, el autor de La Piedad, era un artista. Y como todos los artistas crean dentro del proceso de cumplir con un encargo económicamente remunerado, como hacemos las escultoras de datos.
El mecenas “data customer” puede tener una opinión de la obra y el artista “data owner” otra. No es que el primero tenga el mejor criterio a la hora de juzgarla pero es la parte contratante de la segunda parte. Y por esto, nos solemos plegar al criterio y el gusto del cliente (y quejarnos por detrás de la falta de calidad que va a tener nuestra obra por culpa de su falta de criterio y buen gusto con los datos).
Aunque yo creo que deberíamos aprender de Miguel Ángel, que tenía muy mal carácter y no cedía su criterio artístico ni ante Dios.
No puedo vivir bajo la presión de los clientes, y mucho menos pintar. Miguel Ángel
La comedia divina
Como os decía, estando UNA en Italia de vacaciones en diciembre le dió por pensar, porque tenía tiempo y espacio para pensar sobre lo divino y lo humano, ante tanta belleza y despliegue de destreza técnica. Y te cuento esto porque a las buenas personas no se nos ocurre que haya que separar a la autora de la obra.
Estaba pensando que a principios del año me plantearon un informe que debía reportarse semanalmente y que contendría tres tipos de diapositivas: una con datos del tráfico y la conversión de la web, otra para los datos de las búsquedas orgánicas y una última con datos del rendimiento de las campañas. Para acometer la ingente obra, se dividió la tarea en diferentes entregas de cada producto. Tras un año de agonía, llegó el éxtasis de verlo completado. Brindemos por ello.
Baco. Miguel Ángel
El viaje por Italia y por el 2023 me trajo ciertos aprendizajes que comparto sin la pretensión de que sean enseñanzas para nadie
1) Entérate bien de todo y hazlo sencillo.
¿Cómo puedo hacer una escultura? Simplemente retirando del bloque de mármol todo lo que no es necesario. Miguel Ángel
Miguel Ángel se preocupaba muchísimo de la calidad del mármol de sus obras. Se desplazaba personalmente para escoger la pieza a la cantera. Pensaba que si el mármol contenía burbujas en su interior estaba perdiendo el tiempo esculpiendo. No contemplaba que su obra comenzara en la acción de esculpir. Entendía la importancia de la materia prima en el resultado final.
Habrá quien diga que se extralimitó pero yo diré que si algo tenemos las analistas web cuando tiramos una query es que la lógica de nuestra extracción apela a información que hemos creado nosotras. Y por eso nuestros informes son divinos siendo humanos. Cuando hacemos un análisis de datos “sólo” tenemos que separar la señal del ruido y eso aporta una perspectiva única, la de cuando conoces perfectamente los puntos de fuga y la anatomía del dato. Como Miguel Ángel, que debía su conocimiento del cuerpo humano al estudio de cadáveres, las analistas hemos visto y previsualizado el dato por dentro con Google Tag Manager, sabemos de sus tripas, de su recorrido, de su olor, de su lógica y de sus defectos. ¿Y cómo podemos hacer un análisis? Simplemente retirando de la fuente de datos todo lo que no es necesario. O mejor dicho:
2) Todas las buenas ideas son las hijas de una misma madre, la libertad creativa.
Se pinta con el cerebro, no con las manos. Miguel Ángel
Es bastante frustrante cuando te ven como una mera ejecutora de la idea de otra persona. Como si tu único talento fuera el conocimiento técnico de extracción del dato. Como si te dictaran la respuesta y sólo la tradujeras a datos pero nunca te compartieran la pregunta. Cuando te condicionan tanto. Cuando no te dan contexto. Cuando saben lo que pasa pero te preguntan para ver si tu lo a-divinas. [Inserta aquí tu propio trauma basado en datos]…
La Capilla Sixtina fue un encargo del papa Julio II a Miguel Ángel, que hubiera preferido seguir con su encargo de esculturas pero aceptó el reto de pintar. Llevó la contraria al Papa que quería que la obra fuera la representación de los Apóstoles en la bóveda de la capilla. El Papa respetaba a Miguel Ángel (y la lógica) lo suficiente como para dejarse asesorar. ¿De qué vale comprar el tiempo y la energía del artista sin regalarle la libertad creativa para comprar también su arte?
3) Las buenas ideas necesitan para materializarse del dominio de la técnica
Si supieras la cantidad de trabajo que hay en ello, no lo llamarías genio. Miguel Ángel
Aquí vemos a Vulcano intentando forjar la espada de Aquiles. El dios le muestra a Minerva las armas que acaba de forjar. La diosa le muestra un dibujo, puesto que ella representa el Ingenio y amigas, el herrero simboliza la Técnica.
Es el debate de siempre, las ideas están muy bien, pero hay que saber ejecutarlas. Y el talento del Ingenio y el talento de la Técnica no se contienen.
Dicho de otro modo, la teoria y la práctica son a la analítica lo que el amor y sexo a la vida. Maravillas cada una por su lado. Pero imperfectas cuando se excluyen. Porque siempre habrá un punto platónico y frustrado en las ideas que no se bajan a tierra. Porque siempre habrá un punto superficial y vacío en los derroches de destrezas sin orientación ninguna a objetivos.
Por mi parte diré que creo que la humanidad se puede dividir en dos tipos de idiotas: los que ignoran que lo son y los que son conscientes de serlo. Entonces, como idiota que siempre siempre SIEMPRE recurre a la lógica para evitar al máximo caer en idioteces diré que:
Todas las idiotas son románticas.
Todas las románticas creen en el amor.
Por tanto, yo creo en el amor.
Si me das a elegir entre el ingenio y la técnica, prefiero poner la técnica al servicio del ingenio. Y que lo que se queden a medias sean todo muy buenas ideas.
5) Ayuda
Se dice que Miguel Ángel no tenía un conocimiento técnico profundo de cómo pintar los frescos de la Capilla Sixtina por lo que contrató a expertos de Florencia para que fueran sus ayudantes. Sin embargo, las pinturas empezaron a presentar defectos y los ayudantes no eran capaces de entender porque se deterioraban. Miguel Ángel los despidió a todos y cayó en una profunda desesperación. Fue el Papa el que pidió a un pintor experto en esta técnica, con una gran experiencia en la ciudad de Roma, que le ayudara. Por lo visto el clima en Roma debía ser lo suficientemente diferente al de Florencia para no poder ser replicables el 100% de los procesos para conseguir el mismo resultado.
Todo esto para decirte que no lo sabes todo, no lo puedes saber todo, pide ayuda, déjate ayudar y mira no tengo cita de Miguel Ángel porque no debía de ser muy agradecido.
6) A tiempo
La capilla estará terminada cuando yo quede satisfecho de sus cualidades artísticas. Miguel Ángel
Miguel Ángel tardó 4 años en crear el David. Otros 4 en pintar la bóveda de la Capilla Sixtina.
Está claro que la perfección estética se paga con dinero y que cuesta mucho tiempo.
Los productos de datos buscan la extrema utilidad, no la extrema belleza. Para el artista de datos el tiempo es un elemento más con el que compone la obra y un mal uso del tiempo es como un uso desacertado del color, del cincel o de la luz. A mi juicio, la idea que se tiene de que algo es perfecto cuando esté completo y no necesite modificarse, no puede trasladarse al arte de los datos tal cual. Un producto de datos es perfecto si es útil, y es útil si está a tiempo por lo que puede que no esté completo, no tenga toda la armonía del mundo y que pudiera seguir modificándose para más gloria. Pero si ya sirve para resolver el problema o contestar a la duda, ya es “perfecto”.
7) La perfección orienta pero no dirige
El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que nuestra meta sea demasiado alta y no la alcancemos, sino que sea demasiado baja y la consigamos. Miguel Ángel
En todos los productos de datos hay incertidumbres y alguna certeza. Y la certeza está en los ojos que la miran.
Creo que la perfección puede ser un buen motor para indicar la dirección. Lo que hay que evitar es que el perfeccionismo nos guíe en cada paso porque no nos va a llevar a ningún lado. Lo digo porque como todas las mujeres, yo también tengo el título de perfeccionista aunque no ejerza.
Ser mujer también es vivir atormentada, como lo están los artistas, porque ser mujer es muchas veces tratarse a una misma como si fuera su propia obra de arte. Siempre observándonos desde fuera para encontrar en nosotras algún defecto. Dedicando nuestra energía a arreglar los defectos ya detectados. Ser mujer muchas veces es ese ejercicio continuo de insatisfacción y de verse incompleta. Una agonía. Por suerte la mujer creó el feminismo para salvarse de esta condena. Tengamos piedad y no exijamos a los feminismos, ni a las feministas ser perfectas.
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